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OTRAS ACTIVACIONES - RESIDENCIAS




︎︎︎Taller “Espectros de lo urbano”, Vallecas.


28 de mayo, 10 y 12 de junio 2021

Taller semipresencial de Nancy Garín (CL) y Antoine Silvestre (FR) que reflexionó sobre las posibles relaciones entre desarrollo económico, urbanización, colonialidad y cultura hoy.El siguiente es un texto que resume los resultados del taller, escrito por Nancy y Antoine.




La invitación de Espacio de Todo extendida a Espectros de lo Urbano ha sido una ocasión para abrir una discusión en torno a las tesis del proyecto sobre lo urbano y una reflexión situada en el barrio de Vallecas con participantes involucrados, de alguna manera, en el contexto local.

Tal como lo entiende el proyecto, lo urbano representa la producción sistemática de nuestra sociedad, dando forma y organización a lo que puede denominarse como territorio. La ciudad, en este contexto, forma parte de esa producción y así se conecta una vasta red de interrelaciones espaciales y sociales que componen la generalizada negociación del capital con los territorios que pone a uso.

Espectros de Lo Urbano realizó una sesión previa de explicación de las tesis del proyecto y de los temas en los cuales estábamos especialmente interesados en debatir: Trabajo, lucha política, gentrificación / desahucios, sacrificio/explotación.



El barrio de Vallecas es el barrio más grande de Europa en cuanto a su superficie. Fue constituido por la extensión del tejido fabril de Madrid al este de la ciudad, a partir de una serie de migraciones internas desde diferentes territorios del estado español y también de otras partes de Europa, a comienzos del siglo XX, en la explosión de la industrialización y la necesidad de expansión a los entornos rurales de Madrid, que ve su auge en la década de los 50. Es un barrio que tiene una larga historia de lucha y resistencia política, con una intensa producción de espacios de organización y asociatividad, y de lucha antifranquista y antifascista, que ha generado una identidad clara y un campo de imaginarios muy determinados (Vallekas).



El taller se centró en una invitación abierta a quienes querían participar a producir de antemano un registro (visual, textual, sonoro, etc...), contextualizado en el barrio para compartir en una sesión de diálogo abierto. Estos registros se realizaron en formas de derivas o identificando algún punto o espacio del barrio, que para cada participante tuviera una significación particular al propio imaginario sobre el Barrio, sobre la memoria encarnada en individualidades. Un registro que pudiera determinar desde lo micro, lo situado, lo personal, diferentes narrativas sobre el espacio y la memoria colectiva del barrio de Vallecas, más allá de los macro relatos ya conocidos.

Los participantes del taller reflejaron variados ámbitos de reflexión y perspectiva sobre el barrio, desde el activismo, el arte, el espacio cultural que nos recibía, la ciencia, etc…

En una amena sesión pudimos compartir los materiales traídos por cada uno de los participantes, abriendo intercambios, reflexiones y un rico debate basado en los materiales expuestos, que fueron configurando un mapeo colectivo propio en torno al territorio de Vallecas.

Nos proponemos ahora explicitar brevemente las diferentes perspectivas y aportes hechos durante la sesión, con ánimo de trazar líneas de reflexión sobre lo urbano, desde las reflexiones situadas del grupo. Pensamos que el debate ha sido atravesado por tópicos propios de la relación espacial del sistema con su territorio, así como interpretaciones muy interesantes como facetas múltiples del espacio urbano, sus tensiones, contradicciones, usos y hackeos, y los modos de habitarlo. Una profunda reflexión espacio-social que en definitiva, abre una ventana sobre las dimensiones políticas de lo urbano, las memorias e imaginarios que genera.

El TALLER




a)   Especies invasoras (de cómo nombramos lo que habita…)
Nuria y Eva nos hablan desde la Botánica con su presentación “Plantas rebeldes en resistencia ante la gentrificación” y desde allí abrimos una conversación de cómo poder hackear las categorías que son parte de la maquinaria colonial, capitalista y patriarcal. Porque ya están aquí, pero ¿es posible subvertirlas y cómo?



La experiencia recogida por ellas va de la constante negociación y disputa de lo que supuestamente “pertenece” al territorio y lo que llega desde “fuera”. En este caso, visto desde la existencia de especies de la flora que son constantemente despojadas del espacio, siendo catalogadas como invasoras, cuando estas no se comportan según las lógicas de ordenamiento paisajístico, urbanístico o arquitectónico. Así, estas categorías que nacen dentro una jerarquía totalizante que cubre el conjunto de realidad discursiva (a través la las ciencias y aquí, la botánica por ejemplo), sirven para determinar funciones y jerarquías de los cuerpos en el territorio, y por ende de las relaciones de poder, falseando incluso la naturaleza o la historia propia de lo que habita.

La división y categorización del mundo es parte fundamental de la modernidad colonial de occidente. La necesidad de ordenar, catalogar, archivar van en paralelo con la producción del nuevo sistema mundo. Así como la botánica, la cartografía, la biología, la ley, el urbanismo, construyeron marcos de realidades ficticias como la raza y el género,  a la orden de la división epistemológica de los territorios y los cuerpos para naturalizar la explotación y legitimar su reproducción. La manera en cómo nos referimos a las plantas en la ciudad, refleja de alguna manera el orden colonial y su nomenclatura no deja duda alguna.

Llama la atención en su relato las subcategorías de las plantas al habitar en la urbanidad: introducida, exótica, invasora. De este modo, el paisaje diseñado, advierte la producción de urbanidad, tal como lo hace con el resto de quienes habitan en este territorio.

Esto es homologable a los procesos propios de gentrificación, donde quien habita el territorio es expulsado y convertido en “invasor” dentro de las nuevas lógicas urbanísticas.

Así, la vecina de toda la vida de pronto ya no hace parte de este nuevo paisaje. A la imagen de la porfía de las plantas “indeseadas”, “invasoras”, “exóticas”, los habitantes del barrio de Vallecas están sometidos a la presiones del sistema urbanístico, al manejo  del suelo, a la expulsión de la fauna y flora existente, para forzar un futuro especulativo, rentable y proveedor de máximos intereses para los inversores exteriores, para que todo se vea moderno, ordenado y conforme al diseño oficial.

Desde una perspectiva alternativa, Martín evidenció la misma relación de imposición entre la naturaleza y lo urbano, captando lugares donde infraestructuras urbanas y naturaleza compiten. Desde un enfoque visual, Martín superpone el río con las autopistas, jugando sobre la relaciones entre estos flujos,  donde la existencia de uno significa el sacrificio del otro. Lo urbano aparece en su dimensión espacial a escala mayor, donde las conexiones necesarias para su relación con los territorios urbanizados periféricos o regionales, las autopistas, se aparentan a los ríos, doble estructurantes naturales de los territorios por los cuales compiten.



b)   Superficies no superficiales / las paredes respiran y hablan.

Mark Fisher nos recuerda en su libro “Los Fantasmas de mi vida”, un término acuñado por el filósofo Jacques Derridà: la hauntología. Se trata de pensar el presente con todos los fantasmas que trae consigo. Capas de memorias, historias colectivas y personales que tuvieron que constituirse e integrase en las sumas de subjetividades, y devenir espectrales para que el presente sea el que atravesamos y el que nos atraviesa.




Coco Guzmán nos hace recorrer desde su registro de paredes y capas, esas líneas espectrales que el territorio resguarda, entre capas de imágenes y sentidos. Su ojo presta atención en signos en las paredes, mensajes escritos, rasgaduras y grietas. Un diálogo visual siempre re actualizado que se presta a múltiples interpretaciones a través de la texturas mismas de la urbanidad.



Para el recién llegado al barrio, el texto que componen esos cientos de signos forman un relato que, en las superficies de las paredes, cuenta a quién se detiene para leerlo: una suerte de palimpsesto, donde la suma rearticula memorias colectivas de tiempos yuxtapuestos. Memorias del territorio, pero que muchas veces nos habla de otras memorias que van más allá de él. Estas capas, estos registros espectrales del pasado activos en cada línea, trazo y color, nos ayudan a activar el presente que habitamos y pensar/crear futuros posibles.

El recorrido de Isabel también descifró el texto de la ciudad. A través de una serie de fotografías de escrituras efímeras, “vandálicas”, oportunas, enseña líneas de deseos y tácticas de resistencia. La apropiación de la palabra en la ciudad, irrupciones semánticas directas transforman el color gris de cualquier calle en una galería temporal. Como ella lo señala, este “tercer paisaje” está en constante lucha contra la censura, contra el color gris que implacablemente sobrepone una capa unificadora y silenciadora.



Se pone en juego la jerarquía de quien enuncia la ciudad y de quien la usa. Retomando la necesidad Lefebvriana del derecho a la ciudad, lo urbano es un lugar de confluencia, de negociación, de diálogo y de confrontación. Las superficies vallecanas de su urbanidad ofrecen múltiples capas superpuestas donde afloran textos tan temporales como necesarios.

Por su parte Concepción, en una deriva a modo de paseo en bicicleta, intentará reconocer esos espacios que han quedado fijos en su mente desde otros tiempos. Como una “visitante”, su intento de registrar esa deriva se ve imposibilitada en un comienzo, por la sensación de incomodidad de ser una intrusa en el espacio. Como si al menos eso quedara como huella de resistencia para los vecinos, frente a los procesos de gentrificación y la máquina de representación que se intenta imponer desde fuera. “Ronda sur” se transforma en un anillo verde desde donde contemplar el barrio y parte de la ciudad. El recorrido registrado en video recoge los sonidos y placenteras imágenes de un espacio que lucha por no convertirse en signo, y El Pozo finalmente resulta ser paradójicamente el punto más alto de la ciudad.



Este tipo de procesos lo vemos repetirse en innumerables territorios, como lo señala Carlos, que ha realizado su trabajo de registro en el barrio de Lavapiés, donde podemos evidenciar no solo las marcas de la especulación inmobiliaria, sino también las formas de resistencia frente a la gentrificación. Carlos nos habla de capas, de mundos que en apariencia conviven, de ficciones creadas bajo el manto de arte y cultura que cubren los procesos de aburguesamiento (de allí nace el concepto de gentrificación), donde las nuevas poéticas nacen de la destrucción de las ya existentes. La ficción de lo público v/s lo privado se reviste de arte. Del otro lado una colectividad movilizada, donde la autogestión y autoorganización sigue siendo potencia y vida.

c)    Memorias porfiadas de lo urbano

El territorio ha sido un espacio de disputa de las narraciones sobre nuestro pasado y más aún cuando se trata de procesos de conflicto y trauma social. Las políticas de la memoria impuestas en los procesos de transición, se han valido de la urbanidad y sus proyectos normalizadores y apaciguadores, limitándose a memoriales y espacios simbólicos, pero borrando los vestigios que pueden articular las narraciones de las luchas fuera de marco institucional.



Vallecas ha sido y seguirá siendo un espacio en disputa, y las huellas que el espacio y el territorio guardan del pasado de lucha obrera, antifascista y antifranquista, así lo reflejan.

Es justamente lo que Sergio buscó articular en su ejercicio de registro. En la búsqueda de un mapeo de los ya inexistentes lugares de lucha urbana, y de esas marcas de un pasado colectivo de resistencia y revolución vecinal.

Su registro escapó de la hegemonía de la visualidad, en una deriva realizada por tres parques emblemáticos de Vallecas, capturó sonidos para sumergirnos en un espacio sonoro donde el sonido del tren, el agua, las aves, las máquinas, el viento y el bullicio humano en la carretera, servían como escenario/paisaje para dar cuenta de esas capas de pasado que fue construyendo en su relato. Estos “Sonidos de territorio” son acompañados de registros visuales en forma de cartografías, que reflejan la localización de cada uno de estos archivos sonoros.

https://puntorojo.org/wp-content/uploads/2022/02/Recopilación-Audios.wav

El Parque Forestal de Entrevías, Palomeras bajas y el Parque del Cerro del Tío Pío son el entorno registrado y cartografiado como memoria viva del trabajo vecinal y de las luchas políticas del barrio. Desde las luchas libertarias y antifranquistas hasta las luchas ecológicas y medioambientales, desde las luchas por una vivienda digna hasta las luchas transfeministas, desde las juntas de vecinos y la autogestión hasta los procesos de institucionalización, oenegización y profesionalización de los espacios de resistencia y lucha, Sergio da cuenta de esta historia continua y telúrica. Luchas que en algunos casos siguen presentes y reactualizadas, y en otros olvidadas o cristalizadas en un pasado inmóvil.

Algo que Todos por la Praxis, nuestros anfitriones, saben muy bien y razón por la cual han sostenido este espacio de activación que es Espacio de Todo.

Agradecemos las tan interesantes participaciones de los y las compas que se acercaron al taller para intercambiar ideas, conocimiento, reflexiones, deseos e imaginarios sobre lo urbano, sobre Vallecas:

Nuria Preciado
Eva Castillo
Coco Guzmán
María Concepción Mateos
Martín Flugelman
Sergio Cabrera
Isabel Lakis
Carlos Sánchez










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