[ENG]
︎PIPA!
ANARCHIVO
Este espacio se estructura a partir de la continuidad del archivo de prácticas colaborativas realizado el año 2019, y continuando su construcción hacia un anarchivo que alimente y aumente su acervo desde las investigaciones que se realizan bajo la curatoría de PIPA! con una base independiente, horizontal y democrática. Los elementos que conforman este anarchivo buscan explorar distintos formatos que deconstruyan la noción institucionalizada de lo que debe ser un archivo, siendo mutante y permeable a los diversos procesos que se van generando desde él y que retroalimentan su contenido.
︎PIPA!
ANARCHIVO
Este espacio se estructura a partir de la continuidad del archivo de prácticas colaborativas realizado el año 2019, y continuando su construcción hacia un anarchivo que alimente y aumente su acervo desde las investigaciones que se realizan bajo la curatoría de PIPA! con una base independiente, horizontal y democrática. Los elementos que conforman este anarchivo buscan explorar distintos formatos que deconstruyan la noción institucionalizada de lo que debe ser un archivo, siendo mutante y permeable a los diversos procesos que se van generando desde él y que retroalimentan su contenido.
Imágenes de les residentes haciendo uso del archivo
︎︎︎ ARCHIVAR COMO FORMA DE CONOCER(SE)
Desde el año 2021 quien está a cargo de la revisión, ordenamiento, sistemtización y análisis de este Anarchivo es el historiador del arte Fidel Villar Barquín (ESP)* quien escribe el siguiente texto a modo de reflexión sobre su trabajo.
Durante los últimos años, el archivo se ha convertido en una realidad permanente en el mundo del arte contemporáneo y de la historia del arte. La propia idea de archivo no ha hecho más que evolucionar, desdibujando las propias definiciones que podíamos aplicar a qué era un archivo.
Michel Foucault en la Arqueología del saber afirmó que el archivo era un sistema a través del que la cultura se pronunciaba sobre el pasado. ¿Cómo definir un archivo? Para la RAE, es un “conjunto ordenado de documentos que una persona, una sociedad, una institución, etc., producen en el ejercicio de sus funciones o actividades”. Existe, por tanto, un principio de agrupación: el archivo exige unificar, identificar, clasificar dentro de un sistema o unos elementos previamente seleccionados que van a articular dicha configuración(01). Pero archivo también es el lugar mismo en el que se custodian, y la misma acción de archivar.
Ya sea un archivo físico o virtual, ficticio o real, esos lugares se transforman, crecen, evolucionan. En algunas ocasiones hay una voluntad desde el principio, un conocimiento claro de la dirección que van a tomar los materiales que has reunido. A veces, y por pura casualidad, los materiales comienzan a llegar, el archivo se ve obligado a crearse, vemos una puesta en escena de una archivación no deseada. Y de un momento en el que te das cuenta que hay prácticas que se conectan desde los materiales que habían quedado guardados, que el propio archivo ha mutado, que los materiales que cayeron en tus cajones se han relacionado entre ellos, han hablado y han desarrollado grupos propios desde los que ahora te obligan a mirarlos.
Este Anarchivo, antes conocido como el Archivo IDYS (Instituto Do It Yourself) estaba enfocado a la investigación de las prácticas colaborativas. En un primer acercamiento a los archivos hubo una intención de volver a ver el acervo en su conjunto, organizar un sistema que nos permitiese saber todo lo que había. Poder ir más allá de las líneas fuerza que estaban marcadas y cuáles eran otros cruces que tuviesen relevancia en la construcción de este nuevo Anarchivo. Este archivo está evolucionando con la idea de nutrir el propio trabajo de las personas invitadas a realizar residencias en el Espacio de Todo, así como, el trabajo propio del colectivo TXP. Y que ese mismo material que se está produciendo en respuesta a lo que una se encuentre vuelva a entrar en el Anarchivo. Se crea, por tanto, una voluntad cíclica de autoalimentación desde la que comenzar la construcción de otro tipo de discursos.
No podemos, ni queremos, negar los problemas que a lo largo de la Historia han estado asociados al archivar, evidentemente ningún archivo está exento de un afuera, por mucha voluntad que se tenga, los vacío siempre existen, las realidades y las vidas nunca entran en un archivo completas. Derrida hablaba de la violencia archivadora(02) y cuando una mira lo que ha supuesto el tráfico de archivos desde las instituciones museísticas, una se hace más consciente de la violencia del archivo.
Podríamos quizá acordar que para nosotras un archivo es un espacio común, un lugar desde el que generar nuevos sistemas y elementos desde los que pensar en colectivo, construir juntas. En estos nuevos procesos desde el Espacio de Todo estas realidades que se cruzan nos permiten buscar una memoria común, un significado más allá del propio objeto.
El Anarchivo se constituye también como un apoyo para las residencias de investigación y los procesos artísticos propios del colectivo TXP, nace como espacio desde el que descentralizar las prácticas artísticas contemporáneas en Madrid, con una relación con el barrio en el que se encuentra. Los archivos están atravesados por Vallecas, por las luchas de los barrios, como pudimos ver en la residencia “Un grito en la calle” de Elena Blesa Cábez. En nuevos ejercicios e intereses políticos está mirando hacia el sur, hacia los cuerpos migrantes en España, el duelo y el orden colonial como la residencia Otro(s)ures de Guille Mongan, Carolina Chacón y Glenda Zapata. Estos procesos también son ahora nuestro archivo, el de cualquiera que lo necesite, el de todes. Es un archivo mutante, cambiante, en constante movimiento y siempre abierto a otras, para que lo invadan, lo subrayen, lo abracen y lo hagan propio. Porque así se conoce una a sí misma, conservando, mirando al pasado para pensar en el presente y dirigir la mirada hacia la utopía del futuro.
Imágen del espacio del Anarchivo
Notas
- Anna Maria Guasch, Arte y archivo 1920-2010. Genealogías, tipologías y discontinuidades, Akal, Madrid, 2011, p. 10.
- Jacques Derrida, Mal de archivo, Editorial Trotta, Madrid, 1997, p. 15.
*Fidel Villar Barquín (Haro, 1995) es graduado en Historia del Arte, Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en la Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en distintos congresos en Universidades nacionales e internacionales y ha publicado artículos en distintas revistas. Sus investigaciones están vinculadas a las disidencias sexuales, a los cuerpos que habitan los márgenes, la crisis del sida y el impacto del VIH en las artes plásticas y la literatura. Actualmente está desarrollando el doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid con el título: “Derivas desde el sur: un análisis de lo seropositivo”.